El jueves nos tocó un día nuboso y de lluvia. Como ya conocíamos las predicciones, esa mañana nos quedamos en el Hotel, unos en el spa y otros en la sala de recreativos. Lo pasamos muy bien jugando al billar, al futbolín, al parchís, a la escoba... ¡Y también en los chorros de agua! Necesitamos un día así para descansar de tanto autobús. A la tarde, acudimos a Cabrales e hicimos las últimas compras.
"La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos y está ahí, al alcance del salto que no damos"
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