Cuando eres crío siempre has pensado que algo de lo que leías en los cuentos o tebeos te pasaría a ti, aún sabiendo que eran mentira pero resultaban tan bonitos cuando los mirabas en las páginas como ahora cuando vives en la vida real una de esas tantas historias.
Como el de la princesa que miras tú enamorado y ella te dice que no, que supone una negativa o un dolor sin ruido que entra duro y corroe el corazón, esperando constantemente que haya un cambio de opinión aunque no es el momento y tú opinas que tardará. En este cuento la princesa se sale con la suya ante el plebeyo. Pero siempre queda la esperanza, ésta que siempre da un final feliz al cuento.
Gorka G. Alejos
15/02/12
" Lo mejor de una despedida es el reencuentro"