El programa de hidroterapia que se está llevando a cabo todos los viernes consiste en la activación sensitiva de las estructuras anatómicas y socio-afectivas para personas con daño cerebral. La sesión se organiza con la constitución de distintos grupos atendiendo al grado de movilidad de cada uno. La temperatura del agua ronda los 32 grados para facilitar de esta manera una cierta relajación y una mayor distensión del tejido fibroso muscular y articular. Además al tratarse de una piscina de cloración salina se consigue un efecto secuandario importante: la sensación descontracturante muscular.
La hidroterapia está supervisada por un técnico acuático que a parte de realizar labores de control, dar indicaciones sobre la utilización de material (palotes, colchonetas, picas, flotadores, tablas, bandas elásticas, chorros, soporte musical y luces submarinas) y socorrismo, también se involucra en la realización de la terapia. ATECE aporta el fisioterapeuta encargado de preparar los distintos ejercicios de la sesión y lleva también a dos monitores para que realicen labores de apoyo y auxiliares en la piscina y fuera de ella (vestuario).
El programa se compone de dos áreas diferenciadas entre sí pero se trabaja una base común global. Por un lado se atiende a las estructuras corporales con ejercicios físicos,esto es, todo lo que tiene que ver con la movilidad, la orientación, el ritmo, la flotación, el equilibrio, la respiración, la relajación y la etonía muscular. Por el otro lado se hace especial hincapié en las estructuras perceptivas con ejercicios lúdicos en los que se trabaja la expresividad, la jovialidad, la socialización, la interacción, la integración y la comunicación entre compañeros.
A continuación subimos unas fotos de la sesión del viernes pasado:
... y la luz se volvió azul y se pudo escuchar las notas de un piano bajo el agua...
"El silencio atronador, la luz del guerrero"
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